domingo, 9 de enero de 2011

vertigos


Hasta que uno aprende a controlar la caída.

Temor a caer (si no es que estoy cayendo) en el abismo de la incertidumbre.

Y entonces la caída se convierte en lo fijo de donde uno vuelve a saltar.

¿Elijo saltar? ¿O tan solo elijo como caer?

Uno se para al borde,,, mira al vacio,, la sensación en el estómago y ese pensamiento que dice –salta! Salta! Salta!-

No hay comentarios:

Publicar un comentario