martes, 17 de agosto de 2010

Autobus y color textura

El otro día mientras estaba en el café de Flor, frente a la mesa donde ingería alguna bebida amarilla y amarga con cierto contenido de alcohol, observe de frente un cuadro de un autobús panameño (la mamá de Flor (que por cierto me dijo que me veía hasta guapo, argumentando que antes me vestía muy desordenado)) es Panameña) y dicha nacionalidad es tema para el sitio.

Días después averiguando de la inundación en Pakistán el google me mostró imágenes de los autobuses pakistaníes, entonces me vinieron de súbito, imágenes de autobuses de Haití (que también vi investigando lo del terremoto) (las catástrofes me hacen conocer autobuses, fíjense…), autobuses que me hicieron sufrir en Guatemala (horror!), y hasta el piojo; autobús que recorre de Acahualco y San Cristobal (por aquel bello que llaman Zinacantepec) a la terminal de Toluca.


Entonces me puse a ver fotos de autobuses, de esas naciones y llegué a algunas conclusiones. Una característica de al menos gustos en plásticos en las sociedades (no importando su zona geocultural y momento cronocultural) donde convive la premodernidad y la modernidad, es el estilo colorido y barroco (al menos en su transporte público).

Seguido de dicha conclusión, me di a la tarea de ver fotos de autobuses europeos notando que estos son más minimalistas en cuanto al color y diseño. Luego busqué autobuses de estados unidos, y estos tienen diseños más rebuscados, supongo por la influencia de las diferentes personas de distintas nacionalidades que viven ahí (el corazón del imperio tardomoderno). En Japón descubrí con sorpresa que al contrario que minimalistas, son bastantes barrocos, pero esta vez por manos de un técnico diseñador gráfico por computarizado y no artesanos de la hojalatería y pintura.

La publicidad volvió a hacer barrocas las superficies transportisticas, pero en lugares como Corea del norte, Gracias a la monarquía (seudo modernizada), Pyongyang y sus habitantes ¡están a salvo de los publicistas!

Por ahora bien, si la publicidad aun no se ha apoderado de las superficies móviles, vemos que en México, por ejemplo, los autobuses de al menos los centros de las ciudades más grandes se han ido minimalizando. Como el metro bus contra las micro (ah! Aun recuerdo el olor a vainilla y el tablero de peluche de los autobuses que llevaban de indios verdes a la colonia olímpica en Ecatepec, antes de que pusieran el metro). En Toluca tenemos el ejemplo de la evolución del piojo en algo ya pasado por las manos del técnico del photoshop, de los flecha roja (flecha loca pa’ la banda). (el piojo de la foto ya esta minimalizado, habria preferido el que esta atrás, con la trompa verde ((ah! mi mamá les llamaba trompudos))

Por otro lado estoy ahí encontré unos links de fotos de transporte público de México y el mundo, para todos aquellos amantes del arte sobre ruedas (o al menos del kitch ó clavades en la textura).

http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=193259

http://www.google.com.mx/images?um=1&hl=es&client=firefox-a&rls=org.mozilla%3Aes-MX%3Aofficial&biw=1280&bih=645&tbs=isch%3A1&sa=1&q=autobus+pubclicidad&aq=f&aqi=&aql=&oq=&gs_rfai=

http://www.galeon.com/cyberbuses/fotosmes/2009se.htm

http://www.tecnibuses-mx.com/urbanos.htm

http://picses.eu/keyword/japanese%20buses/

lunes, 9 de agosto de 2010

Viejo de la montaña II



Pico Peñon


para escuchar aqui

Cuando me cansa la gente y sus mañas
voy a la cumbre del Pico Peñón
entre sus riscos está mi cabaña
junto a las nubes del blanco algodón.

Uh, uh en la montaña
uh, uh llena de sol

De zarzamora se cuajan las rocas
yerba silvestre asoma doquier
hora tras hora las cabras tan locas
todo se comen con tal de comer

Un comerciante subío sofocado
vio mi ganado y me preguntó
-Cuántos cabritos tendra tu rebaño
Cuántos cabritos ¡Responde pastor!

Uh, uh pues este año
uh, uh son un montón
El traficante urgando sus dedos
hizo la cuenta para proponer
-Si me los vendes te doy un talego
archipleto con oro de ley.BR>

Uh, uh sin mis pequeños
uh, uh luego que haré

En la montaña no quiero dinero basta la dicha que da el corazón con mis cabritos soy dueño del cielo bajo la cumbre del Pico Peñón.





Fernando Delgadillo Jonas El Enterado

Jonas no era sino un joven
que la pasaba averiguando,
como así había sido siempre
no le hicieron mucho caso
y sabiendo del mundo poco
poco como el que no es sabio
poco y tan poco que un día
decidió que iba a hacer algo.
Me ando despidiendo pues
me marcho a las montañas, dijo
para mi regreso ya tendré
largas las barbas
quien le oyó se dijo entonces
Jonás siempre ha sido un necio
y a fe mia que su partida
está mejor que su regreso.
Poco le importaban que rieran
cuando se fue
ya conocía la risa
del que no puede entender.
Y se fue por los caminos
ágil errabundo y solo
iba dando briosos saltos
y cantando alegres tonos
en busca del viejo sabio
que lo contestaba todo
con harapos de100 años
y un cascabel en el gorro.
Le pasaron muchas cosas
porque muchas cosas pasan
a lo largo de los años
que se mora en las montañas
no encontró a nadie más sabio
que el corazón que llevaba
que le respondió sonriente
a todo lo que preguntaba.
Y un buen dia le vieron
regresar de algún lugar.
No pares de andar
repasa el mundo con tu pie
caminarán los hombres
y comprenderán después.
Volvió y no fue un día de fiesta
la gente miró callada
pues las barbas y la risa
le cubrian toda la cara,
traía un cascabel su gorra
desteñida y remendada
y unos harapos mugrosos
y una sombra adelantada.
Que me cuelguen de una encina
si no veo las caras (dijo)
de aquellos que preguntaron
hace tiempo y aún se rascan,
quien le oyó se dijo entonces
éste si que no ha cambiado
lo malo de que se haya ido
es que se haya regresado.
Se quedó por algún tiempo
hablando y organizando
festines y desafueros
por la villa y los villanos
pero llegó a tal su juerga
y festejar desenfrenado
que se celebró un concilio
y sin más un día lo echaron.
Y se alejó con las hojas
que colgaran de las ramas
a intervalos regulares
como pasos que se marchan,
la última vez que le vieron
no iba sólo, encabezaba
una cuadrilla de truhanes
que iba rumbo a a las montañas.
No pares de andar repasa el mundo
con tu pile caminarán los hombres y
comprenderán tal vez. mas
recordarán los hombres
y se olvidarán después.

sábado, 7 de agosto de 2010

sabado 20 mins antes de las 7...

mensajes dejados en el cel, desde no sé cuando...

-415936 pago a la alberca-

-nor!-

-hay veces que las aspirinas no son suficientes-la modernidad logró la perfección- edificio y piramide-las aspirinas a veces no bastan!-

-pulque con cabeza de cerdo que luego se convertia en craneo humano..alejandro herido--...por caer en casa surrealista en construcción,gente echando fiesta. Niños que me quieren hacer caer al agua, flotan y parecen muertos. Alejandro cada vez peor, pero algo me distraé y no puedo ayudarlo. Lupita divirtiendose.. ---
Casi siempre diferente..----Sueño que sueño en la misma y despierto...

-shubert-

-Amor que no siento y no me pesa. Amor que no existe. Vacio en el estómago. Vacio simplemente.-

-Hay personas del futuro que como no las entiendo, no las reconozco.--

-Lo unico real es aqui y ahora.--

-Derrochar el cuerpo y la vida.-

-ANOCHE ME FUI DE VIAJE.. YO SOLO-

-a veces el malviaje es persistente.(dibujo de personaje con sombra)-

-voy a pedirle la revancha al hipotalamo-

-calle 1000 de abril. 240 metros, 10 de frente... propiedad... $1200 mts telefono milochomil señora patricia.-



-besos a lo lejos!!-

-debo aprender a ser intimo desde otras formas-

-lo que las pedas digan-

-me das asco por prejuicioso-

-Vendo cursos prácticos de vuelo-

.............buenos sueños para todos......................

viernes, 6 de agosto de 2010

Leyendo a Bauman



En una sociedad de compradores y una vida de compras, somos felices mientras no perdamos la esperanza de llegar ser felices; estamos asegurados contra la infelicidad siempre que podamos mantener esta esperanza. Así, la llave de la felicidad y el antídoto contra la amargura consiste en mantener viva la esperanza de llegar a ser felices. Sin embargo, solo puede mantenerse viva la esperanza si se cumple la condición de una rápida sucesión de «nuevas oportunidades» y «nuevos comienzos», y con la perspectiva de una cadena infinita de nuevos comienzos. Esta condición se consigue dividiendo la vida en episodios, es decir, en espacios de tiempo preferiblemente cerrados e independientes, cada uno con su propio guión, sus propios personajes y su propio final. Este último requisito –el final—se cumple si se supone que los personajes implicados en el curso del episodio solo aparecen mientras dura, sin compromiso alguno de ser admitidos en el siguiente. Como cada episodio tiene su propio guion, cada uno requiere su propio casting. Cualquier compromiso indefinido o interminable limitaría gravemente la cantidad de guiones disponibles para los episodios sucesivos. En una sociedad de consumidores, todos los lazos y ataduras deben ajustarse al patrón de la relación existente entre los compradores y los artículos adquiridos: los artículos no están pensados para durar más de lo previsto y deben abandonar el escenario de la vida tan pronto como empiezan a ser un obstáculo más que un adorno, mientras no se espera que los compradores deseen jurar fidelidad eterna a las compras que se llevan a casa ni les garanticen un derecho permanente de residencia. Las relaciones del modelo consumista, ya para empezar, son «hasta nuevo aviso».

En un estudio reciente sobre los nuevos tipos de relaciones que tienden a reemplazar a las antiguas del tipo de «hasta que la muerte nos separe», Stuart Jeffries observa la marea creciente de «fobia al compromiso» y descubre que los «planes de compromiso ligero que minimizan la exposición al riesgo» van a más. Estos esquemas pretenden extraer el veneno del aguijón. Iniciar una relación siempre conlleva un riesgo, puesto que las espinas y trampas de la convivencia tienden a salir a la luz de forma gradual y es difícil establecer un inventario por anticipado. Iniciar una relación con el compromiso de mantenerla vaya bien o mal, pasa lo que pase, es como firmar un cheque en blanco. Augura la probabilidad de enfrentarse a incomodidades y amarguras desconocidas e inimaginables sin poder invocar una cláusula de renovación. Las relaciones «nuevas y mejoradas», de «compromiso ligero», limitan su duración a lo que dura la satisfacción que procuran: la relación es válida hasta que la satisfacción desaparece o cae por debajo de un nivel aceptable, ni un segundo más.

Fragmento de la introducción de “El arte de la vida” de Zygmunt Bauman, 2008.

miércoles, 4 de agosto de 2010

El Viejo de la montaña I



Zaratustra bajó solo de las montañas sin encontrar a nadie. Pero cuando llegó a los bosques surgió de pronto ante él un anciano que había abandonado su santa choza para buscar raíces en el bosque. Y el anciano habló así a Zaratustra:
No me es desconocido este caminante: hace algunos años pasó por aquí. Zaratustra se llamaba; pero se ha transformado. Entonces llevabas tu ceniza a la montaña: ¿quieres hoy llevar tu fuego a los valles? ¿No temes los castigos que se imponen al incendiario?
Sí, reconozco a Zaratustra. Puro es su ojo, y en su boca no se oculta náusea alguna. ¿No viene hacia acá como un bailarín?
Zaratustra está transformado, Zaratustra se ha convertido en un niño, Zaratustra es un despierto: ¿qué quieres hacer ahora entre los que duermen?
En la soledad vivías como en el mar, y el mar te llevaba. Ay, ¿quieres bajar a tierra? Ay, ¿quieres volver a arrastrar tú mismo tu cuerpo?
Zaratustra respondió: «Yo amo a los hombres.»
¿Por qué, dijo el santo, me marché yo al bosque y a las soledades? ¿No fue acaso porque amaba demasiado a los hombres?
Ahora amo a Dios: a los hombres no los amo. El hombre es para mí una cosa demasiado imperfecta. El amor al hombre me mataría.
Zaratustra respondió: «¡Qué dije amor! Lo que yo llevo a los hombres es un regalo.»
No les des nada, dijo el santo. Es mejor que les quites alguna cosa y que la lleves a cuestas junto con ellos - eso será lo que más bien les hará: ¡con tal de que te haga bien a ti!
¡Y si quieres darles algo, no les des más que una limosna, y deja que además la mendiguen!
«No, respondió Zaratustra, yo no doy limosnas. No soy bastante pobre para eso.»
El santo se rió de Zaratustra y dijo: ¡Entonces cuida de que acepten tus tesoros! Ellos desconfían de los eremitas y no creen que vayamos para hacer regalos.
Nuestros pasos les suenan demasiado solitarios por sus callejas. Y cuando por las noches, estando en sus camas, oyen caminar a un hombre mucho antes de que el sol salga, se preguntan: ¿adónde irá el ladrón?.
¡No vayas a los hombres y quédate en el bosque! ¡Es mejor que vayas incluso a los animales! ¿Por qué no quieres ser tú, como yo, - un oso entre los osos, un pájaro entre los pájaros?
«¿Y qué hace el santo en el bosque?», preguntó Zaratustra. El santo respondió: Hago canciones y las canto; y, al hacerlas, río, lloro y gruño: así alabo a Dios.
Cantando, llorando, riendo y gruñendo alabo al Dios que es mi Dios. Mas ¿qué regalo es el que tú nos traes?
Cuando Zaratustra hubo oído estas palabras saludó al santo y dijo: «¡Qué podría yo daros a vosotros! ¡Pero déjame irme aprisa, para que no os quite nada!» -Y así se separaron, el anciano y el hombre, riendo como ríen dos muchachos.
Mas cuando Zaratustra estuvo solo, habló así a su corazón: «¡Será posible! ¡Este viejo santo en su bosque no ha oído todavía nada de que Dios ha muerto!» –

Fragmento de "Asi hablaba Zaratustra"