viernes, 6 de agosto de 2010

Leyendo a Bauman



En una sociedad de compradores y una vida de compras, somos felices mientras no perdamos la esperanza de llegar ser felices; estamos asegurados contra la infelicidad siempre que podamos mantener esta esperanza. Así, la llave de la felicidad y el antídoto contra la amargura consiste en mantener viva la esperanza de llegar a ser felices. Sin embargo, solo puede mantenerse viva la esperanza si se cumple la condición de una rápida sucesión de «nuevas oportunidades» y «nuevos comienzos», y con la perspectiva de una cadena infinita de nuevos comienzos. Esta condición se consigue dividiendo la vida en episodios, es decir, en espacios de tiempo preferiblemente cerrados e independientes, cada uno con su propio guión, sus propios personajes y su propio final. Este último requisito –el final—se cumple si se supone que los personajes implicados en el curso del episodio solo aparecen mientras dura, sin compromiso alguno de ser admitidos en el siguiente. Como cada episodio tiene su propio guion, cada uno requiere su propio casting. Cualquier compromiso indefinido o interminable limitaría gravemente la cantidad de guiones disponibles para los episodios sucesivos. En una sociedad de consumidores, todos los lazos y ataduras deben ajustarse al patrón de la relación existente entre los compradores y los artículos adquiridos: los artículos no están pensados para durar más de lo previsto y deben abandonar el escenario de la vida tan pronto como empiezan a ser un obstáculo más que un adorno, mientras no se espera que los compradores deseen jurar fidelidad eterna a las compras que se llevan a casa ni les garanticen un derecho permanente de residencia. Las relaciones del modelo consumista, ya para empezar, son «hasta nuevo aviso».

En un estudio reciente sobre los nuevos tipos de relaciones que tienden a reemplazar a las antiguas del tipo de «hasta que la muerte nos separe», Stuart Jeffries observa la marea creciente de «fobia al compromiso» y descubre que los «planes de compromiso ligero que minimizan la exposición al riesgo» van a más. Estos esquemas pretenden extraer el veneno del aguijón. Iniciar una relación siempre conlleva un riesgo, puesto que las espinas y trampas de la convivencia tienden a salir a la luz de forma gradual y es difícil establecer un inventario por anticipado. Iniciar una relación con el compromiso de mantenerla vaya bien o mal, pasa lo que pase, es como firmar un cheque en blanco. Augura la probabilidad de enfrentarse a incomodidades y amarguras desconocidas e inimaginables sin poder invocar una cláusula de renovación. Las relaciones «nuevas y mejoradas», de «compromiso ligero», limitan su duración a lo que dura la satisfacción que procuran: la relación es válida hasta que la satisfacción desaparece o cae por debajo de un nivel aceptable, ni un segundo más.

Fragmento de la introducción de “El arte de la vida” de Zygmunt Bauman, 2008.

3 comentarios:

  1. esta dificil no?
    (bonito es hacer perdurar los momentos)

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  2. y que opinas de lo que comentas?

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  3. AMM, QUE ONDA MI BUEN DANTE. NO TE CLAVES EN EXESOS, NO TE AUTOSENSURES, NO INTENTES COMPRENDER EL MUNDO SIN ANTES COMPRENDER TU PROPIA REALIDAD.

    SEGURAMENTE EN ESTE TIEMPO TE DEDICARÁS A TERMINAR TU TESIS...HAZLO. Y LUEGO IMAGINATE EN UN LUGAR CHIDOOO, CHEVERE,,DINAMICO, CREATIVO, DONDE TE PERMITAS DISFRUTAR DE TI Y DE LOS HUMANOS QUE HAY A TU ALREDEDOR......DESCONFÍA SI, SÉ ENTUSIASTA COMO SIEMPRE Y NO DUDES EN PREGUNTAR NADA.......


    AHH SE ME OLVIDABA. GRACIAS POR TODO LOCO.
    ESTAS BIEN LOCO LA NETA JJAJAJJA PERO ESTA CHIDO TU PENSAMIENTO, SOLO TRATA DE SER UN POCO MAS TOLERANTE.

    SALE CUIDATE YA VEZ QUE TERMINÉ ESCRIBIENDO EN TU BLOG!!!AUN CUANDO DEMUESTRO ASÍ MI CARENCIA DE CULTURA!.


    TE DEJO MI MAIL POR CUALQUIER COSA. ES marlon.grupoimex y marlon1386_tec el primero de gmail y el segundo de hotmail.


    ya vaz!!!

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