18 de octubre de 2007
Era el mundial aquel, no recuerdo cual, por el 98 cuando la selección mexicana le estaba ganando por algo considerable para pasar a la siguiente fase, creímos que la historia nos iba a hacer justicia....Soy el menor de tres hijos, las dos mayores, mujeres. de mi padre, no tengo muchos recuerdos en la infancia, creo que se la pasaba trabajando, pero ya después, cuando tuve contacto con el, me llevó a "aprender a chutar" unas dos veces (el alega que mas, yo no lo creo), no aprendí gran cosa, me llamaban la atención mas otras cosas. cuando era niño, mi casa estaba en un lugar alejado, y los pocos niños que Vivian cerca, eran de orígenes mas campesinos que el mío mas urbanizado, por tanto, era difícil salir a jugar fucho con ellos, además de que estaba bien ñango, y no les agradaba mucho a esos monos. la primaria en la que iba, tiene una planchota de concreto que cubre una gran plaza, por algún motivo que no entiendo, se estaba prohibido llevar balones y pelotas, pero los frutsis rellenos de plásticos de papitas servían como tales, el problema era que luego se hacían comisiones de niños esquiroles, dispuestos a hacer el trabajo sucio de recogerlos en nombre de los directivos escolares. lo poco que practiqué, de infante, debió haber sido en la escuela de bellas artes, donde aprendía a tocar violín.
Para cuando estaba en el mundial del 94, el fútbol no figuraba en entre mis principales pensamientos, empecé a leer de literatura, política e historia, no tenia con quien jugar y verlo en la televisión, era aburrido (lo sigue siendo). para cuando entré a la secundaria, mis habilidades futbolísticas estaban atrofiadas, y rara vez jugué en el receso o la salida, y de esas tengo recuerdos de estar fauleando a los camaradas que no eran del todo de mía agrado (uno de esos se suicidó en la prepa), fue entonces cuando practiqué un poco el básquetbol, llegué a ser defensa del equipo de la escuela.
Si alguna vez he ido al estadio, fue porque no pagué, como unas 4, la primera, porque el papá de un amigo siempre tenia boletos en sombra, y pues nos llegó a invitar (ya en la segunda secundaria a la que fui, chale, de la otra me echaron) nada extraordinario. después de eso, porque a un cuate si le gustaba y me invitó el acceso por mucho menos de la mitad de precio para el segundo tiempo de una semifinal nacional. y por ultimo, el hermano de una amiga, estaba en la porra, y le daban entradas, y pues como yo era el "mejor candidato" a cuñado, pues querían fraternizar. ja! he de haber ido con ellos unas dos veces, y en casi todas las ocasiones, (excepto la primera), me la pasé muy bien, cotorreando en la porra, brincando, cantando pendejadas, echándose una chela, e incluso, una vez rolaron el porro, o viendo a las "muchachas" a las que a porra les paga para que vayan a mostrar su pecho o incluso otras cosas. pero nunca viendo el partido.
Entonces, estaba jugando básquetbol, y de pronto oí un griterío, toda la escuela sonó, incluso se oyeron gritos en la casa de los vecinos(recuerdo el de uno de los porquis, eran dos hermanos que vivían a lado que estaban enormes, muy pesados!!), corrimos hacia la pantalla gigante que pusieron los profes y los chavos, estaba repleto el auditorio, todos estaban ahí, festejando el ultimo gol que se le había metido a Alemania, ahora si, éramos el primer mundo que Salinas había ofrecido, Alemania nos la pelaba. ya en el segundo tiempo los alemanes les dieron la vuelta y la selección mexicana perdió el partido y yo perdí nuevamente la atracción por el fútbol.
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